Leyendo el artículo de El Canasto: ¿Cómo organizas la agenda este año? he recordado porqué dejé de utilizar una agenda como forma de organización personal.
Sí, supongo que como la mayoría de personas, utilizaba la típica agenda diaria de sobremesa para apuntar todas mis tareas. El procedimiento era sencillo:
Pero la realidad me superaba. La mayoría de las veces no lograba hacer nada de lo estipulado. ¡ Y eso que no apuntaba las tareas rutinarias/ repetitivas!
Si me daba cuenta de que ciertas tareas estaban en la agenda mucho tiempo - vamos, que lo único que hacía con ellas era marearlas/pasarlas de un día a otro- me las ponía como prioridad para el día siguiente.
Había días en los que lograba deshacerme de varias tareas, pero no era más que un espejismo.
Lo peor de todo era que al final del día, mientras apuntaba las tareas pendientes, tenía la sensación de no haber trabajado lo suficiente, de no haber cumplido con mis obligaciones.
Decidí abandonar definitivamente la agenda y probar otros métodos.
Así que estoy totalmente de acuerdo con los consejos de El Canasto:
En la agenda deberíamos señalar únicamente las citas/eventos que deben hacerse obligatoriamente un día determinado. Son obligaciones con terceros ineludibles. Por ejemplo:
Para esto último utilizo Google Calendar, una herramienta que me parece muy sencilla y que me da un resultado inmejorable.
Sí, supongo que como la mayoría de personas, utilizaba la típica agenda diaria de sobremesa para apuntar todas mis tareas. El procedimiento era sencillo:
- Lo primero que hacía todas las mañanas era mirar la agenda y ver todo lo que tenía pendiente.
- Apuntaba las nuevas tareas que iban surgiendo a lo largo del día.
- Al terminar el día volvía a reubicar/reescribir todas las tareas pendientes para el día siguiente.
Pero la realidad me superaba. La mayoría de las veces no lograba hacer nada de lo estipulado. ¡ Y eso que no apuntaba las tareas rutinarias/ repetitivas!
Si me daba cuenta de que ciertas tareas estaban en la agenda mucho tiempo - vamos, que lo único que hacía con ellas era marearlas/pasarlas de un día a otro- me las ponía como prioridad para el día siguiente.
Había días en los que lograba deshacerme de varias tareas, pero no era más que un espejismo.
Lo peor de todo era que al final del día, mientras apuntaba las tareas pendientes, tenía la sensación de no haber trabajado lo suficiente, de no haber cumplido con mis obligaciones.
Decidí abandonar definitivamente la agenda y probar otros métodos.
Así que estoy totalmente de acuerdo con los consejos de El Canasto:
Usa el calendario sólo para acciones fijas
En la agenda deberíamos señalar únicamente las citas/eventos que deben hacerse obligatoriamente un día determinado. Son obligaciones con terceros ineludibles. Por ejemplo:
- Reuniones,
- Eventos con día fijo:exámenes, citas con el médico...
- Fechas tope: (Declaración de la Renta, presentación de trabajos...)
- y cómo no, Recordatorios de cumpleaños y aniversarios.
Para esto último utilizo Google Calendar, una herramienta que me parece muy sencilla y que me da un resultado inmejorable.
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