lunes, octubre 24, 2022

Nunca se sabe

Un granjero pierde su valioso caballo y, cuando un vecino acude a compadecerlo, se encoge de hombros y contesta: «Nunca se sabe».
Al cabo de unos días, el caballo regresa y trae con él varias yeguas salvajes. «¡Qué buena suerte!», le dice el vecino, pero él reitera inexpresivo: «Nunca se sabe».
Entonces, al intentar domar una de las yeguas, el hijo del granjero se rompe una pierna. El vecino le transmite sus condolencias y él vuelve a comentar: «Nunca se sabe».
Y efectivamente, al poco el reino entra en guerra y el ejército se lleva a todos los jóvenes de la aldea, salvo al hijo cojo del granjero.
Leído en TheObjective/Miguel Ors Villarejo

martes, octubre 04, 2022