Antes aquello de “machácate durante unos años y tendrás tu recompensa” vendía. Lo de ser un “yuppie” que vivía para trabajar y podía ganar mucho dinero atraía a los jóvenes. Ahora, eso “cuela” cada vez menos. La gente joven vive cada vez mejor, y entre sus planes no está el hipotecar x años de su vida en aras a conseguir ese presunto glamour que dan las carreras profesionales brillantes. El tiempo libre o la ausencia de presión son valores cada vez más apreciados, mientras que el dinero o el status lo son cada vez menos.
Leído en Vida de un consultor
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