La tecnología no es mala, pero su uso nos está desconectando y esclavizando. Llegamos a mirar el móvil de 1.000 a 2.000 veces al día. Tenemos que empezar redefiniendo nuestra relación con la tecnología: es una herramienta, muy útil, pero tiene que hacernos libres.
El móvil es el nuevo cigarrillo: me aburro, lo miro.
"¡Hasta un niño de cinco años sería capaz de entender esto!... Rápido, busque a un niño de cinco años, a mí me parece chino."
miércoles, diciembre 06, 2017
Post Zen 6 diciembre de 2017
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