Mi madre enfermó de cáncer cuando tenía 15 años.
Y le dije, "Mamá, por qué no dices nunca "Por qué a mi"?
y ella me dijo "nunca le he preguntado a Dios "¿Por qué a mi? cuando me sucedían cosas buenas, por eso no debería preguntarlo ahora.
No te preguntas por qué te pasan las cosas buenas.
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