lunes, febrero 20, 2012

En el cine no se come

Reconozco ser un poco talibán en este asunto: soy de los que prohibiría comer palomitas en los cines. Sí, porque se hace muchísimo ruido y se molesta.

- Pues yo no hago ruido.
- Si, te creo. Pero una sala llena de personas comiendo palomitas...
- No es para tanto, caramba.
- Hay personas que hacen mucho ruido, y luego pasa lo que pasa...
- Hombre, liarse a tiros...

Recordemos que comer palomitas en el cine es una costumbre que surge en EEUU durante la Gran Depresión. Pero ahora la cosa se ha ampliado a bebidas, nachos, helados...incluso perritos calientes.

- También estarás en contra, claro.
- Por supuesto. Con más motivo.

Está claro que para los cines estas ventas aumentan sus beneficios, lo que me parece perfecto, pero a costa de la calidad del servicio que ofrecen a sus clientes.

Y no quiero entrar en detalles de la calorías que ingerimos con las dichosas palomitas y las correspondientes bebidas. Si están interesados,  en el blog Vitónica tienen todos los datos.


Una vez aclarada mi postura, creo que pueden imaginarse lo que pienso de la siguiente noticia, A cenar al cine:
Pronto en el sur de Florida se va a poder ir al cine a cenar. Sí, a cenar. Y a tomar una copa también. Todo en un ambiente de gran lujo, sentado en butacas que se reclinan y con rositas de maíz cortesía de la casa.
Pues mucho me temo que ni se disfrutará de la cena ni de la película.
Y por lo que veo en Directo al Paladar (un excelente blog de cocina), comparten mi opinión.

Por cierto, ¿qué será lo siguiente? ¿Una barbacoa?

2 comentarios:

  1. Anónimo2:00 p. m.

    No voy a comentarlo por que ya lo hemos hablado en varias ocasiones .. :-)) pero un 90% de acuerdo contigo.

    Jose M.

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  2. A mí no me molesta tanto porque realmente la gente suele comerse las palomitas en los anuncios antes de que empiece la peli. Así de ansiosos somos, jeje.

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