domingo, febrero 22, 2009

Pequeños placeres diarios

Comentaba hace unos días con unos amigos la importancia de los pequeños placeres diarios. Ya hablé de ello hace un tiempo. Creo que la mayoría empiezan siendo simples rutinas pero terminan convirtiéndose - no sé muy bien cómo- en esos pequeños detalles que nos hacen el día más llevadero.
Ahí van unas cuantas mías:
  • Afeitarme con brocha. Hace poco me compré una de tejón. Muy, muy recomendable. Son caras, pero duran mucho tiempo. Excelente inversión.
  • La primera sensación de aire fresco en la cara nada más salir de casa y pisar la calle. Allá vamos, empieza un nuevo día.
  • Resolver un kenken/sudoku mientras escucho música. Si bien en el metro aprovecho para estudiar inglés, en el trayecto del autobús interurbano que me lleva al trabajo aprovecho para hacer el kenken. Siempre lo cojo del Times, pero también el New York Times los tiene.
  • La sobremesa con los compañeros/amigos de trabajo. ¿Hay algo mejor que una sobremesa con los amigos? Lo malo es que hay que volver a trabajar...
  • Escribir con pluma o con cualquiera de mis roller favoritos.



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