La No-Desmotivación

Muy interesante el post de ElCanasto, un blog de productividad personal, en una aportación de Joaquín Barrionuevo López: Pequeños pasos... grandes avances.
En el post se habla de la importancia del primer paso a la hora de acometer cualquier asunto/proyecto. Sí, ese que siempre estamos dispuestos a dar pero que a la hora de la verdad nunca nos atrevemos bajo mil y una excusas.

Destacaría tres puntos:

1. ¿Es factible el objetivo?Seamos realistas. Ponerse un objetivo difícilmente alcanzable es condenarse al fracaso por adelantado.
   Hace casi ocho años dejé de fumar. La había intentado anteriormente varias veces, pero por el método de ir reduciendo gradualmente el consumo. De lunes a viernes funcionaba pero los fines de semana era imposible limitar el consumo.
   Es curioso: me fue más fácil dejarlo drásticamente-ni un solo cigarro desde el primer día- que intentar dejarlo poco a poco.
   
   
2. ¿Tienes claro el por qué?: la motivación. Vale, el objetivo que nos hemos propuesto es alcanzable. Pero la siguiente pregunta es obvia:
   • ¿merece la pena el esfuerzo?
   • ¿Por qué invertir nuestro tiempo, nuestros recursos en alcanzar ese objetivo?
   El que pueda hacer algo no implica que lo tenga que hacer. Por supuesto que no. Sólo hacemos las cosas que nos parecen buenas, atractivas, gratificantes...La motivación es el vehículo para alcanzar nuestra meta.
   Poco ayuda a dejar de fumar pensar que lo puedes dejar cuando quieras. Con ello crees que tu objetivo es factible (cumples el primer punto) , pero no ves la necesidad de dejarlo. No tienes un motivo para ello.
   Fue importantísimo darme cuenta de que si no dejaba el hábito de fumar, mi salud iba a resentirse seriamente. Añado que fumaba un cartón -20 cajetillas- a la semana. Dejé de fumar porque fui consciente de que me jugaba mi calidad de vida.
   
   
3. ¿Notas el progreso?Es altamente motivador darse cuenta de que el esfuerzo realizado se ve recompensado. Si en el punto anterior comentaba que la motivación es el vehículo para lograr nuestra meta, notar que vamos por el buen camino es la gasolina de dicho vehículo. Y necesitamos recargarla todo lo posible para no desmotivarnos. A veces el propio trayecto te da las satisfacciones necesarias para continuar. Si esto no es así, debemos incentivarnos.
   Recuerdo una anécdota muy curiosa que nos comentó un profesor. Al año de dejar de fumar, calculó lo que se había ahorrado y repartió esa cantidad entre su familia. Fue su forma de agradecerles todos los malos momentos que les había hecho pasar cuando lo dejó. Yo también sufrí el síndrome de abstinencia. Sólo tras pasarlo te das cuenta de que la nicotina es una droga realmente poderosa.
   Otro ejemplo. Hace apenas dos años no era capaz de entrar en una web escrita en inglés. Desde que me preocupo por mejorar mi inglés -veo series en inglés, escucho podcast...- he mejorado lo suficiente como para entrar sin miedo en estas páginas. Es un excelente refuerzo para seguir estudiando inglés.
   

Resumiendo, la motivación es importantísima para empezar un proyecto, pero la no-desmotivación es vital para continuar y alcanzar nuestro objetivo.


Por cierto, ahora que estamos empezando el año les aconsejo que echen un vistazo al calendario compacto en ElCanasto. Simple y útil.