No sé si estarán de acuerdo conmigo, pero yo creo que una de las claves para ser feliz en esta vida es saber disfutar de esos "pequeños detalles" diarios. Puede ser el primer café de la mañana, ese primer cigarro (lo dejé hace cinco años, pero aún lo recuerdo), la sobremesa con los amigos/compañeros (en mi caso se dan ambas circunstancias), sentarse tranquilamente a leer el periódico/libro...incluso hay quien encuentra divertido hacer un sudoku :-)
Yo, desde hace unos meses, he encontrado un pequeño placer: afeitarme con brocha.
Sí. Les cuento: Tenía una brocha -no muy buena, por cierto- pero no la usaba porque pensaba que era una antigualla. Cosa de carcas, seguro.Hasta que un día decidí probarla...
Desde entonces, afeitarme es uno de esos "pequeños placeres" que hacen que el levantarme por las mañanas sea un poco menos "traumático".
Y termino la historia.
Hoy he ido a cortarme el pelo. Al ver una brocha en una repisa, he pensado que no sería mala idea regalarme una. Pero de las buenas, ¿eh?.
Vale, pero ¿a quién puedo pedir opinión? ¡Pues a mi peluquero de toda la vida, obviamente !
Bien, no sólo me ha dado unos cuantos consejos sobre su uso, sino que además !me ha regalado una!
Por supuesto, ya tengo la brocha en remojo.
Pleasure, little treasure
"¡Hasta un niño de cinco años sería capaz de entender esto!... Rápido, busque a un niño de cinco años, a mí me parece chino."
No hay comentarios:
Publicar un comentario